Primero de todo, me gustaría saludarte y darte la bienvenida a TI, querida lectora, compañera, amiga, hermana…. Ya que es la primera entrada en este blog, y me gustaría agradecer tu interés por leer este artículo y conocer de cerca el proyecto de psicología especializada para y por las MUJERES.
Hoy me gustaría compartir con vosotras este poema tan conocido en la esencia de nuestra cultura para que reflexionemos juntas acerca del viaje que es nuestra vida.
Con un poema que brilla por su sencillez y por la profundidad de sus frases.
"Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar."
Nos habla de vivir el presente, de centrarnos en él, de focalizarnos en caminar en el día a día, de disfrutarlo ¿Os pasa que pensáis más en el pasado que en el día de hoy? ¿Os preocupa en demasía el futuro? ¿Cómo te sientes cuando lo haces?
"Caminante, son tus huellas
el camino y nada más."
Parece algo sencillo, vivir y disfrutar nuestro día a día, pero en esta sencillez radica a veces su complejidad. Muchas veces nos viene a la cabeza pensamientos del pasado, a veces son recuerdos bonitos, pero otros tantos tenemos sentimientos encontrados de culpa, vergüenza, arrepentimiento…No tenemos sanado nuestro pasado, o nuestra mirada hacía él no es desde una manera constructiva. Son esas pequeñas heriditas o cicatrices que aunque ocurrieron en el pasado nos siguen afectando de una u otra manera en nuestro presente. El pasado lo hacemos importante cuando marca nuestros pasos en el presente.
Y qué decir acerca del futuro….que a veces, aunque deseemos ese cambio, nos da miedo…
En ocasiones deseamos cambiar de rumbo en nuestra vida, estamos inmóviles por diferentes motivos, tanto por los auto-sabotajes que nos hacemos (no soy capaz, no vale la pena, no lo conseguiré…) como en ocasiones por los obstáculos que vemos en el camino y que nos cuesta sortear, como conciliar nuestros deseos personales y la vida familiar o el trabajo, dificultades familiares, rupturas con estilos de vida o personas que nos hacían vibrar…
Todas estas situaciones nos dan la alarma, y en ocasiones también nos habla el cuerpo, ya que somatizamos en enfermedades físicas, o bien en el mal de nuestra cultura actual, que muchas ya lo conocemos, la llamada ansiedad o depresión. A veces no llega a ser un trastorno en sí mismo, pero sí que nos genera una incomodidad en nuestra vida, nos dificulta avanzar hacia lo que queremos, y sobretodo ser nosotras mismas, sentirnos en plenitud con nosotras y con la vida que nos rodea.
Es en este momento cuando sabemos en nuestro fuero interno, si nos escuchamos y sentimos, que necesitamos salir de nuestra zona de confort y caminar hacia la vida que queremos para nosotras, una vida más plena, consciente y feliz, permitiéndonos ser la mujer que somos.
Y aquí, en este instante, es cuando empieza el viaje de la heroína, como diría Joseph Campbell. Sientes una llamada a generar un cambio en tu vida, seguramente lleves tiempo pensándolo, pero por unas cosas u otras no has empezado. No has pasado a la acción.
Y estar en este paso, es normal, a veces nos da vértigo los cambios que tenemos que hacer, porque eso significaría dejar atrás a muchas personas, estilos de vida…que nos hemos aferrado a ellas durante mucho tiempo, y en el pasado estuvo bien, era lo que necesitábamos, pero la cosa hermana, amiga, compañera…..es que ahora ya no….ahora tienes otras necesidades, otro nivel de conciencia….
“al volver la vista atrás,
se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.”
Y ¿Cuál es esta senda?
Pues indudablemente el perder la conexión contigo misma, con tus deseos, con tus metas, con tus anhelos….
Si estás en una situación similar, y deseas empezar el viaje y caminar hacia tu interior, hacia la mujer que eres y no te has permitido ser….y buscas a una acompañante en tu camino que te ayude y acompañe a conseguir tu bienestar personal y transformar la realidad que te rodea.
No lo dudes, yo estoy aquí para acompañarte.
Y recuerda, mujer, que el primer paso es el más valeroso….
Y que…
“no hay camino,
se hace camino al andar…”
¿Estás preparada?
Yo estoy deseando poder acompañarte.
¡Hola Sandra! Bonito poema has escogido para comenzar tu primer post, lo había escuchado antes pero no entendí el significado, muy bonito el doble sentido que el autor le dio. Siguiendo esta senda, hay que armarse con unas buenas zapatillas para recorrerlo, unas bonita mallas deportivas para sentirnos cómodas y la vista levantada, ¡para no perdernos nada!
Toda la razón, siempre estoy viviendo en el pasado o en el futuro olvidándome del verdadero tesoro, el presente. Un saludo!